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Wednesday, May 24, 2017

Náhuatl crosses borders, arrives in Austin



This is a really neat piece by ¡AHORA SÍ!/Austin American-Statesman columnist, Liliana Valenzuela.  In English, the title translates as  "Náhuatl crosses borders, arrives in Austin." Náhuatl happens to be the original language spoken by the Aztecs in Mexico.  It is also a living language with at least 1.5 million speakers who are mostly reside in Mexico.  That's a really large number when taking into consideration more than 500 years of colonization since the conquest of Tenochtitlán—where Mexico City is located today.

Native Náhuatl speaker from Mexico, Sabina Cruz de la Cruz, teaches a course on Náhuatl at The University of Texas at Austin Lozano Long Institute of Latin American Studies.  This piece tells a painful story of having to grow up in a society that forced her to assimilate into the Spanish tongue.  Since it was her home language, however, she held onto it.  She has a law degree and has also collaborated in the writing of a Nahuatl dictionary.  

I and others are fortunate to have gained access to some Nahuatl through the Aztec danza (or danza Mexica) that gets taught as part of the Academia Cuauhtli curriculum.  "Danza" doesn't mean "dance."  It means "ceremony."  What this column doesn't say is that the knowledge and symbolic system of the Mexica is vast, with a great deal of it having gotten preserved through the danza itself.  So yes, while their books were burned by the Europeans, the oral memory to which their knowledge was also committed has allowed it to largely survive.  There are also generations of ancestral families, dating back to the fall of Tenochtitlán in the 1500s that have intentionally and with great personal investment, sacrifice, and effort, held on to the ancient knowledge.  

Europeans who knew nothing about them and further judged them through their cultural lens, deemed them as superstitious "pagans."  Nothing could have been farther from the truth.  They were actually extremely scientific in their way of thinking and theorizing of the world and universe. The Aztec calendr itself speaks to this.

Hernán Cortés and his men encountered a city that easily rivaled economically, socially, and aesthetically the great European cities of its time, including Venice, to which it shared great similarities with its surrounding bodies of waters and waterways.  Tenochtitlán had schools, institutes, and universities. They had higher education.  A great book to learn about these things was written by Loyola Marymount University Professor Dr. Ernesto Colín titled, Indigenous Education through Dance and Ceremony: A Mexica Palimsest.

Remember that we, as Mexican Americans/Chican@s, were stripped of our indigenous tongues before getting stripped of the Spanish language through the schooling process. Stated differently, the assimilation process not only "Americanizes" or "assimilates" in a way that eviscerates the Spanish language and its accompanying identity, but this form of colonization is layered over an equally profound erasure generations earlier of our indigenous tongues and identities. These are macro processes, of course, that play out differently across different contexts in place in time.

This very story about Sabina Cruz de la Cruz speaks directly to this ongoing process today in Mexican schools that disparage native languages, rendering assimilation to the Spanish tongue a painful, laborious process—not unlike assimilating to English for Mexican-origin people in the U.S. (I wrote a whole book about this. It's titled, Subtractive Schooling: U.S.-Mexican Youth and the Politics of Caring.)

So yes, while we need to appreciate, recover and revitalize indigenous tongues like Náhuatl, we also need to be aware that they, too, continue to struggle under the oftentimes crushing weight of what I term, "subtractive cultural assimilation"—or simply, "subtractive schooling."  That said, exceptional individuals like Sabina Cruz de la Cruz live and teach to educate and inspire another generation.  Read on.

 Angela Valenzuela 

c/s 

El náhuatl traspasa fronteras, llega a Austin




El náhuatl es la lengua materna de Sabina Cruz de la Cruz y ahora ella disfruta de poder compartir su amor por su lengua con los demás. LILIANA VALENZUELA / ¡AHORA SÍ!
  
De niña la regañaban por hablar su idioma materno. Ahora en edad adulta, ella da clases de náhuatl a estudiantes en Estados Unidos.
“El náhuatl es mi lengua materna, mi primera lengua”, dijo Sabina Cruz de la Cruz, de 34 años, nacida en Tecomate, en el distrito de Chicontepec, al norte de Veracruz.
El náhuatl no es sólo el idioma original de los aztecas en México, sino una lengua viva, la cual siguen hablando al menos 1.5 millones de habitantes en México.
Pero este idioma podría estar en proceso de extinción y ella quiere hacer todo lo posible para evitar que eso suceda.
Cruz ha estado dando clases de náhuatl en la Universidad de Texas en Austin (UT) durante dos años y sus alumnos dieron una presentación de cierre de cursos en náhuatl, inglés y español esta primavera.
Los estudiantes presentaron una canción, un poema y una obra escrita originalmente en náhuatl. Un ejemplo de uno de los parlamentos de la obra en náhuatl, con traducción al español e inglés, y proyectado sobre una pantalla decía: “Pan nopa tonatiuh, Chela huan Mela itzoqueh altauhco tlachicueniah huan iuhquinon zaniloah ica tlamachtiliztli then Chalino. (En ese día, Chela y Mela están en el arroyo lavando la ropa y hablando de los estudios de Chalino.).
El náhuatl Cruz lo aprendió, dijo, “con mis papás, con mi pueblo, con mi gente”.
Y aunque Cruz lo hablaba de niña, no lo aprendió a escribir hasta que ya era adulta. “Fue algo bonito para mí, emocionante”, dijo, cuando llevó su idioma natal a otro plano, el de la escritura.
Aunque Cruz se recibió de abogada con un diploma en Derecho, no ejerció esa profesión, dijo, ya que desde el tercer o cuarto semestre de la licenciatura la habían invitado a colaborar en la elaboración de un diccionario de náhuatl como nativo hablante, del cual es coautora con el profesor John Sullivan y otros 7 u 8 participantes.
Posteriormente, Cruz dio clases de verano en un instituto de lenguas para estadounidenses desde 2007, el Instituto de Docencia e Investigación Etnológica de Zacatecas.
En Estados Unidos, fue asistente de un profesor de náhuatl en Nueva Orleáns cada dos años, del 2009 al 2015, y desde hace dos años ella es la profesora de náhuatl en el Teresa Lozano Long Institute of Latin American Studies (LLILAS Benson).
“Fue mi primera experiencia frente al grupo yo sola”, dijo, “me gustó más”. Espera que le renueven el contrato para el 2019, agregó.
Un comienzo difícil 
Cuando Cruz tuvo que aprender español en su pueblo natal, este fue un proceso doloroso debido al rechazo a su lengua materna. Los maestros les decían, “aprende español porque el náhuatl no te va a ayudar, el náhuatl no te sirve de nada”. Los maestros no eran bilingües y no había en esa época, ni ahora, un concepto de educación bilingüe, dijo.
“Nosotros de niños llorando porque no sabíamos español, más que náhuatl…fue difícil porque a fuerza teníamos que aprender”, recuerdó. “Luego nos castigaban si decíamos una palabra en náhuatl, nos pegaban”.
Sin embargo, Cruz siguió hablando náhuatl en casa y entre sus hermanos, aún cuando ya todos cursaban la universidad. “Hasta nos daba pena hablarnos en español, porque ‘¿cómo nos vamos a hablar en español nosotros?’”
También le daba pena hablar en español con sus padres, “me sentía rara”, dijo.
Hoy día siente que en su vida tiene un balance entre las dos lenguas y realidades. “El español me ha ayudado mucho, estando fuera de mi comunidad, al comunicarme”.
Y tener dos lenguas, le ha permitido viajar y conocer otras culturas, dijo. Además, el náhuatl la reconecta a sus raíces, a cómo era todo antes.
Desafortunadamente, si los abuelos ya no les enseñan a sus nietos el náhuatl y los padres tampoco se los enseñan, el idioma materno es algo que “se puede perder”.
“Ojalá que no se perdiera, que a los niños en las aulas les enseñaran, porque ahora sí no soy la única maestra interesada en que se aprenda el náhuatl, habemos más”, dijo.
Comunícate con Liliana al 512-912-2987.
 
Algunas palabras en náhuatl
Cualli yahuatzinco Buenos días
Cualli tiotlac Buenas tardes
Cualli yahualli Buenas noches
Nimechtlahpaloa Saludos
Piyali Hola



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